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[title]Dan Aykroyd ha pasado a la memoria colectiva como cazador de fantasmas, pero no es uno de ellos. Es fabricante del vodka Crystal Head -sí, la botella de la calavera de cristal, como las de la última de Indiana Jones-. Apoyados en la barra del bar -Aykroyd acaba de llegar de Cannes para promocionar la bebida- me habla de las virtudes de un brebaje en el que invirtió "los ahorros para la universidad de mi hijas".
Harto de beber vodka malo
El viejo rey de la comedia se embarcó en el proyecto en el 2007 porque estaba harto de beber "vodkas que tenían demasiada viscosidad, que utilizan azúcar añadido, aceites industriales y anticongelante". El objetivo era "conseguir un vodka fresco y seco, que tuviera una fluidez impecable". En 2011 ganó la doble medalla de oro en la San Francisco World Spirits Competition -que viene a ser como el Oscar de la bebida- y los fabricantes rusos lo votaron como el de mejor gusto entre 400 vodkas. "Esto justifica totalmente lo que estoy haciendo", saca pecho Aykroyd, entre montañas de afabilidad. ¿Qué tiene su vodka que no tengan los rusos? "La respuesta es lo que utilizamos y lo que no: utilizamos el mejor trigo de las praderas de Ontario y agua de Newfoundland, el glacial que se fundió durante la edad de hielo. No utilizamos ningún aditivo, y lo destilamos cuatro veces".
Aykroyd es un bebedor de la vieja escuela: exclama que "¡con el alcohol no hay lugar para tonterías!". Y después me insta a darle un trago a pelo. Glup. Cojonudo. Bala de plata baja por la garganta, con una patada caliente en la punta de la lengua, al final. Nada de fantasmadas, compro todo lo que ha dicho, y suscribo la siguiente afirmación: "Crystal Head es un lienzo en blanco al que puedes añadir cualquier cosa y tener un gran cóctel. Y siempre sabrás que estás bebiendo esto. Algunos vodkas intentan engañarte y que pienses 'OK, no estoy bebiendo alcohol'. ¡Por supuesto que lo bebes! ¡Bebamos una copa y seamos conscientes!".
Keith, el bebedor moderado
El actor ha dedicado también media vida a la música -los Blues Brothers revitalizaron la música negra en pleno new wave, con una alineación increíble- y es coherente que la bebida que nos ocupa sea la bebida oficial del 50º aniversario de los Rolling Stones, a quienes los hermanos Blues les hicieron de teloneros.
La calavera se puede adquirir en una edición especial firmada por Aykroyd, con un disco de dieciocho canciones en directo de todas las épocas de los Stones. Aflora el factor fan: "Olvida el vodka, rompe la botella; ¡lo que hace de esto un pastel increíble es que el mismo Jagger haya escogido las canciones!", se emociona.
Y haciendo honor a una vocación humorística que lo llevó a fabricarse un falso pie de micro cuando tenía tres años, pone a Keith Richards como ejemplo de consumidor de vodka responsable: "¡Su actitud es la correcta! Sus excesos no fueron excesivos. Quizá nos hizo creer que consumía mucho, quizá nos lo quería hacer creer por la leyenda del rock and roll. Pero ahora es un ejemplo para consumidores moderados de vodka. Bebe con moderación y podrás vivir suficiente como para disfrutar del siguiente trago de vodka!". Je, je, je.