Funicular del Tibidabo
Inaugurado en 1901, fue el primer funicular que funcionó en España. Quizá no es la forma más rápida de subir hasta el parque de atracciones del Tibidabo, pero sí la que tiene más encanto. Deberéis coger la línea L7 de los Ferrocarrils de la Generalitat hasta la estación de Avinguda del Tibidabo, allí subir al Tramvia Blau (el único superviviente de la antigua línea de ferrocarriles de Barcelona) y en la plaza del Doctor Andreu podréis subir al funicular. Os recomendamos comprar el billete juntamente con la entrada al parque, os saldrá más económico. www.tibidabo.cat
Funicular de Montjuïc
El funicular es una buena manera de acceder a la montaña de Montjuïc. Se inauguró el 24 de octubre de 1928 con motivo de la Exposición Internacional de 1929. A lo largo de su historia ha ido sufriendo diferentes reformas, la última en el 2005. Enlaza la estación de metro de Paral·lel (L2 y L3) con la avenida de Miramar, donde está el Parc de Montjuïc. Como pertenece a Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) está incluido en el sistema de tarifas, así que podréis acceder con las mismas tarjetas que sirven para el metro o el autobús.
Teleférico de Montjuïc
La segunda parte del acceso a la montaña de Montjuïc, si queréis llegar hasta el castillo y grabar en vuestra retina las mejores vistas de Barcelona, debéis hacerla en este Teleférico. Las cabinas, totalmente accesibles, suben por un recorrido de 750 metros, a 84,5 metros de altura. Está abierto todos los días del año y el billete sencillo cuesta 7,30 euros (5,50 para niños de 4 a 12 años). www.tmb.cat
El teleférico del puerto, también conocido como Aéreo, hace un recorrido diferente. La línea une la zona de Miramar, en la montaña de Montjuïc, con la Torre de Jaume I, al lado del World Trade Centre, i con la Torre de Sant Sebastià, ubicada en el límite del puerto, tocando a la playa.