Restaurantes y bares en Girona

El mejor restaurante del mundo tenía que estar en esta selección. Los hermanos Joan, Josep y Jordi Roca han llevado su restaurante hasta lo más alto de la gastronomía mundial. Ellos lo definen como un restaurante de estilo libre, “de cocina en libertad, comprometida con la vanguardia, sin renunciar a la memoria de las diversas generaciones de antepasados de la familia dedicadas a dar de comer a la gente”. Una cocina de la emoción, en la que se produce un juego a tres bandas: lo dulce de Jordi, lo líquido de Josep y lo salado de Joan.

Cocina trabajada con productos de mercado y de temporada, aplicando creatividad y originalidad, desde la base de la cocina tradicional, combinada con técnicas innovadoras. Carta amplia, que va desde la sencillez del jamón ibérico o el queso, hasta platos más tradicionales, como el bacalao a la llauna, el tartar de ternera, pasando por propuestas más peculiares como el carpaccio de gambas o los tirabuzones de calamares con romesco.

La divisa de Can Marquès es la cocina catalana de calidad. Los productos de mercado predominan en una carta variada. Prestad especial atención a algunos de sus clásicos: butifarra de sal y pimienta con queso brie, paletillas de cerdo en escabeche, magret de pato con salsa de Oporto, manzana e hígado fresco o bacalao con samfaina y romesco. También está muy bien la variada carta de tapas para cenar.

Los productos de proximidad y de mercado se armonizan con elementos florales de los que se aprovechan tanto sus características aromáticas, gustativas o texturas, como el cromatismo a efectos de presentación. Cada mediodía, un menú laboral de mercado y un especial de hierbas y flores. La carta se adapta a cada estación. Destacable el menú de flores, plantas y frutos silvestres, que cada mes la chef Iolanda Bustos renueva según el ritmo de la floración autóctona. Probad la cerveza rosada Gala de flors, de elaboración propia, y el champán de saúco.

Se trata de una apuesta por la especialización a la hora de cocinar diferentes modalidades de arroz, que partió de la idea de dedicarse en exclusiva a la cocina tradicional valenciana. Una veintena de tipos de paellas (valenciana, de atún y conejo, de sardinas y sepia, de bacalao y coliflor...), fideuás, más de una veintena de arroces melosos (de lubina y sepia, de caracoles y verdura, de sepia y angulas...), arroces caldosos, al horno o risottos (de setas, de gambas y azafrán, de espinacas) forman parte de la carta de esta sorprendente y original propuesta.

La Penyora es un restaurante pequeño, con un ambiente íntimo y extremadamente agradable y familiar, a lo que contribuye la hospitalidad de Consol Ribas y que los comedores son también salas de exposiciones de arte. La Penyora ofrece cocina artesanal de mercado con toques de autor del chef Lluís Llamas. Una carta formada por platos originales, de entre los cuales destacan el tataki de filete de ternera, crema de calabaza con espuma de queso o escalivada con anchoas; y de postre, el hojaldre de nata, chocolate y arándanos.

Le Bistrot, situado en el corazón del Barri Vell, es posiblemente uno de los locales con más encanto de la ciudad, y mezcla las funciones de restaurante, bar y café, con aquel aroma bohemio de otros tiempos. Su especialidad más célebre son las llamadas pizzas de payés, aunque en su carta también hay entrantes, ensaladas, platos de carne, pescado, surtidos de quesos y patés y postres deliciosos. Son destacables el trato familiarmente exquisito, la pizza de pasta, carne y brócoli al roquefort, el pastel de cebolla de Figueres con salsa de queso, el flan de yogur con salsa de naranja o los pasteles de chocolate y queso.