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[title]Slawomir Mrozek
Trad. de Joanna Albin y otros.
Acantilado.
152 pág. 12 €
Es de agradecer que haya escritores que nos hagan reflexionar. Y todavía más si, como es el caso del polaco Slawomir Mrożek, este componente de reflexión va unido al humor y la sátira. Sólo hay que leer 'La vida para principiantes' para comprobarlo. Ordenadas alfabéticamente a la manera de un personal diccionario temático, de la ambición a la verdad, las 39 historias incluidas en esta antología de relatos son una excelente muestra de su visión del mundo y los seres humanos. Una visión satírica, crítica y corrosiva que pone de manifiesto la estupidez humana y la rigidez de las convenciones sociales que rigen nuestras vidas. Mrożek le da la vuelta a situaciones cotidianas y nos sorprende con su absurdo que, en algunos casos, es casi negro. Como en el magnífico relato 'La rutina', en el que narra las lúcidas reflexiones de un bombero mientras trata de salvar a un suicida que se quiere tirar desde el tejado de un edificio. O a 'El actor', protagonizado por un hombre que durante un entierro pronuncia unas emotivas palabras para recuperar el sombrero que se le ha caído en el ataúd. Podía decirse que los breves relatos tienen la fuerza y capacidad de síntesis de las viñetas de los mejores humoristas gráficos. Como los dibujos del ilustrador Chaval que acompañan a los textos. Y es que Mrożek tiene suficiente con unas pocas páginas, y a veces sólo unas líneas, para desvelar el verdadero rostro de la sociedad y los seres humanos. Eso sí, siempre con una sutil sorna. Quizá porque nuestras estúpidas contradicciones resultan más fáciles de digerir con una sonrisa.