Para muchos son una religión y una excusa para reunirse con amigos y pasar un buen rato. En estos bares encontraréis algunas de las mejores tapas de la ciudad Quimet i Quimet Lo dicen todas las guías del mundo y siento repetirme pero Quimet y Quimet es, bueno, para que te salten las lágrimas. Tienen cerveza propia, sirven el mejor vermut de grifo del planeta y ofrecen una variedad de vinos que llega hasta el techo. Todo este cúmulo de felicidad acompaña a unas tapas que harían resucitar a los muertos. La Esquinica Esta tasca aragonesa es un referente de la gastronomía popular de Nou Barris. No aceptan reservas (hay que coger número y esperar un rato en la calle con un letrerito que pone «salica de espera» colgando de un platanero). Camareros geniales. El Xampanyet El cava y el vermut riegan las tapas sencillas pero efectivas de este sitio que acoge tanto a turistas como a nativos. Las Delicias Poca gente va al Carmel si no es porque vive allí, y es una lástima porque hay más sinceridad es sus calles empinadas y en sus casas excavadas en la roca que en todo paseo de Gràcia. La terraza del Delicias se sujeta de milagro. Nace torcida y termina de la misma manera porque, como todo en el Carmel, está en una cuesta. ¿Y qué importa? Las desgracias se olvidan con un boquerón en la mano. Hacen unos calamarcitos buenísimos, ensaladas rusas de campeonato, bravas y una lista de tapas que siempre sirven con generosidad. Desde sus sillas se ve la entrada al parque del Guinardó. Podréis hac
El Distrito de Nou Barris se suma a la moda de las rutas de tapas a muy buen precio. La suya, la única de la ciudad que se hará de forma permanente todos los jueves de 19 a 22 h, se ha bautizado como Pinxu-Panxo y cuenta con participación de 33 restaurantes y bares del distrito.
La fórmula consiste en una tapa o un pintxo concreto de cada establecimiento, acompañado de una bebida (caña de cerveza, una copa de vino o agua) por 1.95 euros.
Los 33 locales se han dividido en cinco recorridos, cada uno de un color, por los diferentes barrios del Distrito. Así, la ruta verde abarca la zona de Virrei Amat y el paseo de Fabra i Puig; la roja es por los alrededores de la plaza de Llucmajor; la azul se expande por toda la Via Júlia; la lila y más corta, por las calles adyacentes a la plaza Harry Walker; y la naranja cubre la zona de la Trinitat Nova.
Algunas de las tapas que podréis saborear son un Tatin de escalivada tibia con bacalao a la bilbaína, mermelada de frutos del bosque, anchoa, oliva y queso de cabra (Egarri-Txapeldun. Pg. Fabra i Puig, 159); 'vol-au-vent' con una base de choucroute y relleno de butifarra del Perol con bacon, huevo hilado, germinados de ajo y perfumado con bayas de ginebra con vino tinto (Branden Wurst. Pg. Fabra i Puig, 166); laminado de mango, foie y jamón ibérico con reducción de Pedro Ximenez (La Bodegueta d'en Miquel. Plaza Jardins d'Alfàbia, 3); una base de pan tostado con foie, solomillo ibérico macerado finas hiervas, chalota confitada y reducción de vino tinto (Casa Antonio. Argullós, 45), una base de pan caliente, samfaina y salchicha rematado con cebolla caramelizada (El Cisne. Pg. Verdum, 24) y otras tapas más clásicas como las patatas bravas del Conde Drácula (Via Júlia, 68) o el morro frito de Ca la Sonia (Aiguablava, 56).