El embutido catalán más típico no siempre ha sido tratado con el respeto que se merece. Por suerte, cada vez son más los establecimientos que están reivindicando la butifarra como producto gastronómico de primera orden. Aquí tenéis una lista de los bares y restaurantes donde os podréis comer un bocadillo delicioso con las diferentes versiones de butifarras como protagonistas.
Los mejores lugares para comer bocadillos de butifarra
Los bares y restaurantes donde sobresale la salchicha catalana
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Aunque parezca sencillo, hacer un buen bocadillo, diferente, elaborado y con buenos ingredientes, no es una medalla que se pueda colgar cualquiera ¿Crees que falta algún lugar de bocadillos importante? Dínoslo en los comentarios de abajo. El Kiosko Brad Ainsworth, el chef que propulsó la hamburguesa gourmet en Barcelona con el minúsculo Bacoa, también abrió Kiosco, el mismo concepto pero un espacio más amplio y cómodo, abierto a la calle. Probad cualquiera de sus deliciosas recetas y la salsa especial chutnet con sus patatas caseras y ya me diréis. Can Conesa Es un clásico capaz de provocar largas colas en la plaza de Sant Jaume. Sus bocadillos lo merecen, probad el caliente de roquefort, el de cocido y salsa de Marta y los frankfurts, también para celíacos. Carrot Café El lugar definitivo de bocadillos de Sant Martí: disponen de cuatro tipos de panes distintos hechos a medida, que se aplican en recetas tan sugerentes como el de atún a la plancha con mahonesa de wasabi, o un muy catalán bocadillo de pan de coca con butifarra negra y alioli. También hacen hamburguesas, buenas y generosas, y tienen una carta de más de 40 cervezas de todo el mundo. Y un pastel de zanahoria casero, claro. Sagàs Los hermanos Rovira, con estrella Michelin en el restaurante-masía Els Casals de Sagàs, se han instalado en Barcelona. Practican el noble arte del bocadillo gourmet, relleno de la carne y la verdura que ellos mismos producen en su granja del Bages. Merece la pena probar delicatessen como e
Este es el Top 10 del clásico bocadillo de jamón y queso con pan de molde El rotundo En El Tarannà, uno de los locales de moda de la calle Parlament de Sant Antoni, hace una variedad de bikini donde, a diferencia de lo que sucede en otras ocasiones, cambia en continente y no el contenido. En vez de pan de molde, lo preparan con pan de payés recién salido del horno de la panadería Baluard de la Barceloneta (palabras mayores) y tostado hasta adquirir aquel punto crujiente que rasca, rasca. Su contundencia acaba con el mito de que un bikini no llena. El payés del Tarannà no deja insatisfecho a nadie. El francés En la Perla de Oro siguen cortando y pesando el jamón dulce delante de los clientes. Pero en vez de envolverlo para que te lo lleves, lo utilizan para preparar algunos de los mejores bocadillos de la ciudad. La influencia francesa, el propietario viene de más allá de los Pirineos, también se hace notar en el bikini. En esta antigua tienda de comestibles llena de delicias gastronómicas lo preparan con emmental y lo planchan dentro de una barra estilo baguet. Aunque no estén dentro de la categoría de bikini, ofrecen variantes con queso de raclette o reblochon. El mallorquín En la Cerveseria de Gràcia siempre le encuentran un hueco a quien llega tarde, incluso los días que medio barrio se ha instalado en sus mesas para ver el partido del Barça. Este es el reino de los grupos y las familias (incluso hay un rincón para que jueguen los más pequeños), así que la comida y los pre
'Capipota', buñuelos, escalivada, arroz a la cazuela, pies de cerdo... Si leer los nombres de estos platos os hace salivar, sentaos en las mesas de estos 15 restaurantes que os llevarán al cielo de la cocina tradicional catalana Cal Boter Restaurante de gran tradición en Gràcia, con un trato excelente y un bacalao a la llauna para chuparse los dedos. El menú de mediodía és de mucha calidad. Reservad los fines de semana, que está abarrotado. No encontraréis ninguna sorpresa, pero sí una excelente cocina catalana, y variedad de platos de butifarra: esparracada en un 'trinxat', colgada para secar o el más común y glorioso destino: a la brasa. Casa Delfín Casa Delfín se hizo un buen lifting general hace poco tiempo, al cambiar de propietarios. Pero hay cirugías que mejoran las facciones y apenas se notan. Ahora es un local que, aunque mantiene el aspecto de restaurante, es más dinámico, tiene una carta tradicional pero más diversa y su terraza es un bien de Dios. Y, como en todo buen bar-restaurante de barrio, tiene un horario continuo desde las 9 de la mañana hasta medianoche, y los viernes y sábados hasta la una de la madrugada. Perfecto para llevar a aquellos amigos de fuera que se encabezonan en probar una paella a media mañana al salir de Santa Maria del Mar. La Cuina del Guinardó Buena cocina todos los mediodías en un casero salón en la primera planta de una charcutería de exquisitos productos. Platos de cuchara, espalda de cordero, callos (cuando hay), el rabo de toro y o
Barcelona es una de las mejores ciudades del mundo para comer y beber. Esto lo sabemos quienes vivimos aquí, y también los profesionales de la gastronomía que año tras año premian nuestros fogones con distinciones que alzan la ciudad en el podio de la buena comida internacional. La oferta es variada, de calidad, monumental: desde el pequeño bar de tapas de toda la vida, hasta los restaurantes con estrellas Michelin. Aunque el reto es difícil, nos hemos propuesto seleccionar los 50 mejores restaurantes, aquellos con los fogones más fiables de la multitud de buenas mesas barcelonesas. No le demos más vueltas: aquí tenéis los 50 restaurantes que no os fallarán nunca. Buen provecho. Lo más visto 20 terrazas de película Los mejores rincones con sol de Barcelona Belvedere Aunque es un local de toda la vida, todavía hay demasiada gente que no lo conoce. La terraza tiene apenas tres mesas, pero es quizá la más exquisita de Barcelona. Ubicada en las escaleras de una casa modernista con una entrada de hierro forjado, podréis cenar de categoría y tomaros un cóctel elaborado por el maestro Genís. Una maravilla. Hotel Neri A falta de una terraza, podréis escoger dos. La que da a la plaza de Sant Felip Neir o la nueva, que se llama Roba Estesa, donde incluso, después de cenar, os podréis estirar en una hamaca. Si preferís el romanticismo de la plaza y la fuente, ofrecen cenas en el exterior. Es complicado encontrar un lugar más romántico en la ciudad. Tanto que da un poco de rabia. ¿Algu
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