Infiltrados en la universidad

Nadie, ni siquiera sus creadores, estaba preparado para el éxito monstruoso que hace un par de años tuvo 'Infiltrados en clase', réplica de una teleserie de polis, 'kitsch' hasta la náusea, de los años 80. La gracia de este boom es que no se trataba de un 'remake' o una secuela, sino de una parodia sin límites ni tabúes protagonizada por los inmensos Channing Tatum y Jonah Hill, vestidos con un esmoquin blanco que deslumbraba. Bueno, pues, 'Infiltrados en la universidad' mantiene el pulso de risa cítrico de su predecesora, explotando la idea de que un éxito como aquel no será reproducible. De ahí la mofa: un punto de partida que huele a fracaso. Efectivamente, ésta no llega a la altura de la bomba que estalló en taquilla hace dos años. La fórmula de parodia que propone resulta repetitiva. Pero, ¿qué queréis que os diga? No está mal.