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El pasado

  • Cine
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
Le Passé
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Time Out dice

4 de 5 estrellas

Siempre nos han dicho que la basura no se puede barrer bajo la alfombra. Las grietas no las cubre la pintura y por más que lleves la ropa a la tintorería quedará la memoria de un conocido olor a azufre. Era el tormento de aquel Jeff Bailey que regentaba la gasolinera en el 'Retorno al pasado' de Tourneur, un personaje amargo que me viene a la cabeza mientras pienso en la última película de Asghar Farhadi: una historia de fantasmas que no han recibido cristiana sepultura, porque ni siquiera han tenido tiempo de morir. Unos espectros emergidos de un coma que a pesar de todos parece reversible. En cualquier momento, el polvo puede salir de debajo de la alfombra .

Hace tres años de 'Nader y Simin', obra maestra de alto voltaje. Allí Farhadi nos hizo testigos de las derivas de un matrimonio abandonado a un proceso de separación, atrapado entre el recuerdo y la propia extinción. Como Ullmann y Josephson a 'Secretos de un matrimonio'. 'El pasado' también comienza con unos papeles de divorcio. Pero esta vez hay más gente implicada: dos rivales retenidos, Bérénice Bejo, una adolescente pálida como la cera y dos chicos que se empeñan en hacer volar un helicóptero teledirigido. Los seis conviviendo en una casa adosada llena de cortinas de plástico y cajas de cartón que parece a punto de naufragar bajo una lluvia infatigable que suena día y noche contra las tejas .

La tensión es sutil. El silencio, elegíaco. Y es eso lo que te tiene con las uñas clavadas en los brazos del sillón durante dos horas largas. El mismo aire enigmático que Farhadi trabajó en 'A propósito de Elly': una quietud hiriente que tarde o temprano tiene que estallar, como las puertas de un armario demasiado cargado. No hacia el melodrama, no hacia la histeria. No hacia la incontinencia ni hacia la sobreactuación. Es hacia un 'thriller' en espiral, hacia un misterio que redunda y te la devuelve cuando ya pensabas que habías encontrado la solución. Hacia un caso no resuelto que te pone una espada en el pecho y te hace retroceder en todas tus decisiones hasta que aquel pasado enterrado aprieta la mano con furia y no te la suelta.

Escrito por Josep Lambies
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