25%. Catalonia at Venice

Cuando escuché hablar de ello por primera vez, fruncí el ceño. Ocho personas en situación de desempleo eligen un objeto de su cotidianidad y una obra de la colección permanente del MACBA. El proceso es fotografiado por Francesc Torres, el ideólogo de todo, que se ciñe al entorno doméstico de los parados. Cuando entran en el MACBA, la cineasta Mercedes Álvarez filma esta incursión. Después, se muestra todo: explicaciones, fotos de los parados, obra propia y obra del museo, y la filmación. Uno tras otro.
¿Y por qué '25 %'? Pues porque es el porcentaje de parados que hay en nuestro país. "Ya estamos. Otra vez la explotación de la denuncia social, el experimento con desfavorecidos como reivindicación artística", me decía. Pero, claro, no olvidemos que detrás de todo esto está Francec Torres, histórico de lo conceptual y hombre de gusto exquisito, menos áspero que Muntadas y más incisivo que Eugenia Balcells...
La 'finesse' conceptual es extraordinaria: pone en paralelo conceptos como mercado laboral y el mercado del arte, valor de empleo y valor artístico, o valor de uso y valor de cambio. Lo monetizamos todo, incluso los afectos. Y esta muestra, amparada en un frío porcentaje, muestra el trasfondo humano. Ocho personas nos cuentan su situación personal, con la que nos podemos identificar. Escogen una obra del museo desde la misma perspectiva que han escogido una obra de su entorno íntimo, por razones estrictamente personales y no cuantificables. Arte más allá de teorías, de precios, de escuelas...
Hay muchas maneras de acceder al arte. Cuando Francis Picabia inauguró en Barcelona una exposición sobre las pinturas de máquinas, a principios de la década de 1920, una dama de la sociedad le preguntó por el significado de las composiciones, aduciendo que no las entendía. "¿Y a usted le gusta la tortilla?" "Sí", respondió extrañada la señora. "¿Y ya lo entiende?". Pues eso.